El Nacimiento de la Música Moderna

Nueva Orleans, 1817:
Una de las ciudades más cosmopolitas del mundo en la que, sin embargo, la esclavitud estaba a la orden del día. Solo había unas pocas horas de libertad a la semana, los Domingos por la tarde en Congo Square, donde se reunían para cantar, bailar y compartir ritmos de influencias africanas y caribeñas. A partir de entonces, la evolución de la música iría muy ligada a los acontecimientos sociales que se desarrollarían en los años venideros.

viernes, 20 de mayo de 2011

Internet y música: la revolución de la información y la brecha digital

A pesar de que anteriormente se habían hecho investigaciones y elaborado esquemas sobre el funcionamiento de un sistema de gestión de la información que apuntaba, sin duda, a la World Wide Web tal y como la entendemos ahora, no fue hasta 1991 que ésta debutó como un servicio disponible públicamente en Internet. Su nacimiento implicó una transformación en la gestión de la comunicación de la que todavía hoy quedan secuelas. Pero no sólo eso, sino que actualmente esta transformación sigue  vigente mediante una actualización de medios y sistemas de almacenamiento cada vez más ambiciosos.

Compartir. Este concepto que nos puede parecer en primera instancia inocente es la ventaja principal a la que la web nos ha dado acceso. Compartir emociones, pensamientos, ideas, compartir intereses, y compartir, al fin y al cabo, cultura. El punto fuerte de la red es su carácter virtual, y todos estos procesos mediante los que se comparte la cultura no tienen un espacio definido; la información no se almacena en “ningún” lugar físico, por lo que las oportunidades de difusión que se brindan son prácticamente ilimitadas. Actualmente es casi imposible cuantificar la red.



La música no se mantiene ajena. Como cualquier otro tipo de arte, se refleja y forma parte de la cultura. Los individuos cuelgan y comparten sus canciones preferidas en la red, con el fin de crear una respuesta en otros que lo vean. Con la llegada de Napster, un servicio de distribución de archivos de música que adquirió popularidad durante el 2000, empezaron a surgir los primeros problemas con los derechos de autor. El grupo Metallica fue el primer en denunciarlo cuando descubrió que su canción I Disappear estaba circulando por Napster y esto, es obvio, les repercutía negativamente. Internet ha supuesto, sin duda, uno de los principales obstáculos para la industria cultural. La popularidad y las posibilidades de descarga de música actualmente son infinitas. El individuo prefiere acudir a Internet antes que pagar un precio alto por lo que busca. Sigue siendo un verdadero reto, tanto para los grupos de música como para las multinacionales que controlan el tráfico de cd’s.

Analizando un poco más esta sociedad informacional, no podemos pasar por alto la brecha digital que cada vez es más evidente por lo que respecta a los medios y las nuevas tecnologías. No todos tienen acceso a Internet, y no todos tienen acceso del mismo modo. Y esto nos lleva a plantearnos otro tipo de desigualdad en la sociedad post-industrial de la información; una desigualdad que no es sólo de acceso a las nuevas tecnologías, sino que también, y en consecuencia, de acceso a la cultura (cultura que en ellas está presente y que adquiere un papel esencial en su construcción).

Las nuevas tendencias en Internet apuntan a un cloud storage, esto son métodos de almacenamiento en la red, en la nube. Estos métodos se plasman como más seguros y, no lo olvidemos, plantean la posibilidad de almacenamiento ilimitado frente al problema del espacio. Algunos ejemplos de ello son Dropbox o Delicious, que permiten al individuo almacenar una determinada cantidad de información en la red, para poder disponer de ella cuando a éste le convenga, sin limitaciones de espacio o tiempo.

La conclusión de todo esto apunta hacia la necesidad de replantearse hasta qué punto el desarrollo de estas nuevas tecnologías y las posibilidades que nos brindan suponen una mejora o conllevan consigo un aumento de las desigualdad cuya solución debería buscarse en la democratización del flujo informativo y la brecha digital.

EL NUEVO MILENIO


Nos centramos ahora en una época un tanto extraña. Por un lado podemos destacar el proceso de digitalización que está sufriendo la sociedad, los primeros móviles de la década anterior servían simplemente para recibir y enviar llamadas y mensajes de texto y ahora nos encontramos con móviles capaz de conectarse a Internet desde cualquier punto del país y además poder hacer cualquier tipo de fotos, videos, escuchar música, etc.
También hay que mencionar las denominadas redes sociales como Twitter, Facebook o Tuenti, ya que también son grandes descubrimientos de esta época. Son muy importantes ya que una gran parte de la gente de lo que podríamos denominar como el primer mundo tiene una red social de las antes mencionados y en ellas se nos permite conocer gente nueva, gustos musicales, ver fotos, conversar con las personas que tenemos agregadas en fin que estemos conectados con ellos y tengamos noticias de todo lo que pasa a su alrededor durante las 24 horas.

¿Qué provoca esto? Pues provoca cosas como que por ejemplo estemos totalmente informados en todo momento como por ejemplo de lo que está ocurriendo a estas horas a la otra punta del mundo. Y así sucedió el día 11 de septiembre y 11 de Marzo cada uno de estos fatídicos en los que el pueblo americano y el español sufrieron atentados de graves consecuencias respectivamente.
Al instante estábamos completamente informados y ya teníamos vídeos en la red, testimonios de personas que vivieron la dura situación en directo y demás materiales audiovisuales. También ocurrió lo mismo con otras catástrofes, estas veces naturales, como fueron los terremotos de Chile y Japón o el tsunami de Hawai en apenas minutos teníamos ya en la red todo acerca sobre estas desgracias.

Y es que el ser humano está evolucionando aunque sigue existiendo una clara diferenciación de clases como la habido durante toda la historia. Pero aunque sea un simple y tonto ejemplo nos damos cuentas de que cada día existen más personas que por logro, y mérito propio llegan a ser personas muy importantes ya sean por ejemplo futbolistas nacidos en pequeños pueblos que provienen de familias mediocres y ahora son de la clase más alta de la sociedad, aunque sus raíces no sean de tan alta clase.

En cuanto a la música de esta década se han ampliado a tantos estilos de música distintos que hasta crean tendencias y separan a los jóvenes en distintos grupos sociales. Es decir, hoy en día los jóvenes “eligen” la música para ser aceptados en sus diversos grupos de amistades. Y es que la amplia clasificación abarca desde ruidosos y molestos estilos como el Reguetton, la música Bacala o el screamo (la música que escuchan el grupo social conocido como emos) hasta estilos que permanecerán siempre durante la historia como el Rock and Roll con los incombustibles The Rolling Stones, The who o The Strokes, pasando también por un estilo muy popular conocido como Indie que es capaz de reunir a miles de personas en por ejemplo el conocidísimo Festival Internacional de Benicasim (FIB). Bandas como, Kaiser Chiefs, Franz Ferdinand, Arctic Monkeys, Oasis son capaces de reunir a miles de personas en el mismo lugar con los mismos gustos de estilo musical.

Como conclusión sobre esta época creemos que ha marcado un antes y un después. Es increíble como ahora mismo si tienes un teléfono con Internet y por ejemplo ocurre un suceso importante delante de ti, seas capaz en cuestión de segundos informar mediante tu red social por ejemplo de lo que está ocurriendo. Nos estamos digitalizando, estamos en la gran era de la información realmente es sorprendente lo que estamos viviendo. En cuanto a la estratificación de la sociedad, realmente sigue existiendo lo que siempre ha existido diversas clases sociales como una clase más alta con más poder económico, otra clase conocida como clase media y una tercera denominada como clase baja, aunque existen hibridaciones entre ellas, pero lo realmente sorprendente es que ahora mismo dentro de una misma clase por ejemplo la clase media, encontramos subgrupos. Subgrupos de gente que escucha el mismo estilo musical o por seguir la misma tendencia o cualquier otra razón, y esto es un cambio totalmente espectacular si echamos la vista unos años atrás.
Y por último también resaltar el hecho de como la gente es capaz de evolucionar y conseguir mejorar como por ejemplo está ocurriendo con los hechos de personas que estaban en una clase social media cuando nacieron y ahora mismo están considerados figuras muy importantes de su país como por ejemplo Andrés Iniesta o Iker Casillas.




SE ABRE CAMINO HACIA EL PUNK


El mundo había cambiado mucho en los últimos 10 años. La alegría y la ilusión con la que se afrontaban los años 60’ poco o nada tenían que ver con el clima de tensión evidente y violencia con el que se iniciaría la década de los 70’. La violencia en Europa iba en aumento, y, bajo pretextos diversos (y con algunos puntos en común), movimientos como el IRA en Irlanda, ETA en España o las Brigadas Rojas en Italia abogaban sin ningún tipo de perjuicio por ella. En 1976, el demócrata Jimmy Carter salía elegido presidente de los Estados Unidos después del escándalo que supuso el “Watergate” para Nixon y los republicanos. Carter tenía que hacer frente a unas circunstancias complicadas; pérdida de la credibilidad en el poder político después del “Watergate”, problemas económicos diversos, la herida de Vietnam todavía era muy reciente… Además, su moralidad y su preocupación por el respeto de los derechos humanos terminó con los años de distensión del conflicto con la URSS (uno de los mayores incumplidores de éstos). La misma URSS, sumida en una profunda crisis interna, apoyaba las insurrecciones armadas a favor del comunismo que se extendían en los diversos territorios; Etiopía, Angola… La más significativa de todas estas intervenciones, y que acabaría en un desastre similar al Vietnam americano, sería, sin lugar a dudas, la intervención en Afganistán, que se prolongaría durante nueve años (1979 – 1988).


Con la entrada de los 70’, los ideales por los que luchó la generación hippy (libertad, democracia, paz, derechos humanos…) ya se habían incorporado de manera más o menos progresiva al conjunto de valores de las sociedades occidentales. Sin embargo, en palabras de Weber, los conflictos y las desigualdades por las que se luchó en la década anterior tan sólo habían evolucionado, no desaparecido. Cuál péndulo, se pasó de unos valores conservadores superados en los años 60’ (estaba mal visto que los hombres llevaran el pelo largo, las chicas minifalda…) a una vuelta de los neo-cons a principios de los 80’ (de la mano de Ronald Reagan en EEUU y Margaret Thatcher en el Reino Unido). ¿Qué pasó, pues, durante la oscilación que supone la década de los 70’? La década de los 70’ está, pues, caracterizada por la incorporación de unos nuevos valores (herencia de los 60’) y su consiguiente desfase, su consiguiente devaluación hasta extremos incluso radicales. De las melenas masculinas se pasó a un aspecto del todo andrógino que compartían la mayoría de bandas de la primera mitad de la década (encabezado por David Bowie, y que daría lugar a todo el movimiento glam con bandas como T. Rex, Queen o Alice Cooper). Musicalmente hablando, la primera mitad de la década fue de un eclecticismo y una creatividad desbordantes. El experimento musical se llevó hasta el extremo, con todo lo que ello implicó; desde algunas de las mejores obras de la música contemporánea a algunas de las más inexplicables e ininteligibles. Entre los brillantes aciertos que ocuparían una lista interminable, podríamos citar el The Rise and Fall of Ziggy Stardust & The Spiders from Mars de David Bowie, Aqualung de Jethro Tull, el Exile On Main St’ de los Rolling Stones, el Paranoid de Black Sabbath o el Led Zeppelin IV, de los homónimos Led Zeppelin. A partir de la segunda mitad de la década, surgirán tres tendencias más o menos diferenciadas. Por una parte, la vuelta a los orígenes de un rock quizá más clásico con artistas como Bruce Springsteen, The Eagles o los Dire Straits. Por otra parte, la continuación de las tendencias glam y experimentales readaptadas, con grupos como The Police o Pink Floyd. Y en último lugar, pero no menos importante, el magnético y radical movimiento punk. Fue la respuesta artísticamente más clara a todo el revuelo social de los últimos 15 años. La pérdida de valores (o la nueva dirección que éstos habían tomado) y, sobretodo, del control sobre los procesos fue absoluta; ni siquiera había una causa concreta de lucha o revuelta social, simplemente era un conflicto abierto entre unos intereses sociales siempre enfrentados, fueran cuales fueran. El conflicto de Vietnam en el caso americano, o la crisis del petróleo a nivel global hicieron del todo necesario para ciertos grupos de interés que el Estado les garantizara una protección, para mantener y legitimar su posición dominante (según las teorías de Max Webber). Frente a esta nueva presión estatal (“jaulas de hierro”), el punk se erigió como el movimiento protesta por excelencia (como en su momento lo fue la canción folk y el movimiento hippy). Musicalmente escaso de recursos técnicos, era un estilo directo y de ritmo frenético, con letras muy explícitas y a menudo sobre temas erótico-estupefacientes, herencia directa del rock garage de los 60’, de bandas como The Stooges, The Sonics, The Troggs o The Kinks (como avanzamos en la entrada correspondiente de Congo Square). Álbumes como el Lust for Life de Iggy Pop (que ya sentó las bases de este movimiento con los Stooges a finales de los 60’) o el debut de los Ramones (Ramones) fueron los que iniciaron el movimiento. Movimiento al que se adscribieron bandas como Talking Heads, Television o Buzzcocks y que coronó mediáticamente a los Sex Pistols, profetas del Anarchy in the UK y de toda una generación. Musicalmente sin embargo, The Clash fue el grupo más interesante. Sus letras políticamente más mordaces y enfocadas hacia objetivos reales (y no ante todo lo que se pusiera por delante, como los Sex Pistols) se complementaban con una música mucho más compleja de lo que sus colegas generacionales ni siquiera se atreverían a intentar.


AÑOS 80’: MTV, GRANDES DISCOGRÁFICAS Y LA APARENTE ALTERNATIVA


Los años 80 están caracterizados por diversos acontecimientos clave: Las tensiones entre EE.UU. y la URSS volvían aumentar, además EE.UU entrava en conflicto con Líbia por el control del petróleo de la zona. Accidentes como el desastre de Chernóbil y las declaraciones públicas sobre la existencia del SIDA marcaron a la población mundial durante esta década.

En el mundo de la música, dos fueron los acontecimientos que a principios de la década dejaron huella. El primero fue el asesinato de John Lenon, y el segundo y más importante, el nacimiento de la cadena Music Televisión (MTV). Entramos en un punto de inflexión donde lo visual predominaba sobre lo musical. El marketing y la publicidad era lo que llenaban las listas de éxitos de grupos prefabricados y viejas glorias con falta de creatividad. Grupos como Duran Duran o Spandau Ballet eran en gran parte conocidos por su extravagancia a la hora de vestir. Encontramos por tanto, un medio de comunicación de masas que “aconsejaba” qué escuchar a la sociedad. Empezó por tanto una especie de aparente libertad, pero en realidad era otra forma de esclavitud donde la sociedad sabía qué escuchaba pero no por qué, nació otra herramienta de control de masas.


Mientras tanto observamos en la década de los 80 diversas corrientes musicales, representadas por grupos de renombre, que brillaron no solo por la publicidad de las discográficas, sino, por la calidad de sus temas que desprendían novedad:

El techno-pop irrumpía con gran fuerza en las pistas de baile estadounidenses. Era un género que derivaba de los primeros usos de la música electrónica en los años 70, representada por el estilo disco con grupos como Bee Gees. Era un estilo de música futurista que, junto a la promoción y representado por grupos como Depeche Mode, atrajo a millones de jóvenes a escucharlo y bailarlo. Otros iconos de las grandes discográficas que empezaban a irrumpir en el mercado con espectaculares canciones los encontramos en Michael Jackson con la corriente funk o Elton John con la corriente Glam.

Fuera de todo esto empezaron a surgir nuevos estilos alternativos que calarían en la mente de los jóvenes, con letras, algunas de protesta y otras ajenas a la sociedad. El rap, el trash metal y el punk funk, representaban la auténtica alternativa a los superéxitos que vendían discográficas como EMI o Warner. Raperos como Public Enemy o Ice T, y bandas como Metallica, mostraron con sus estilo rompedor que otra música era posible. No obstante a medida que ha ido pasando el tiempo, se ha presenciado un fenómeno de desconexión. Poco a poco las casas discográficas han encontrado la manera de quitar el espíritu revolucionario de esa música y hacerlo otro simple producto. El rap esta representado por el sexo o el lujo, y no por la poesía de llamada a la acción. Además el heavy metal evoca una paradójica rabia contra el sistema televisada por la MTV.